martes, 11 de febrero de 2014

AQUELLA MUJER...

Errante
diluyéndose en sombras
y el tiempo en gotas se escurre.

La vida se desdibuja ante sus ojos
y sus ojos, olvidaron los colores
el dolor se ha hecho carne
ha astillado sus huesos.
Espera...
Y el tiempo se escurre, se diluye en sombras.
Un abrigo
un mendrugo de pan
suenan a riquezas las migajas
y en sus labios
 el más puro pliegue.
Una lágrima, imperceptible
y ella
solo abre su mano al sol
y espera...

Raquel Martinez.






















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