Agonizas estrellita mía,
y en mis manos temblorosas
te desnudas,
te haces agua...
En un último cielo
de silencios y bemoles
dí mis dudas y una lágrima
sellando aún más las ausencias.
Translúcidos besos
y una caricia de nácar,
y llueve,
más agua,
más llueve...
¿Cómo callaré éste silencio?
Si mi verbo callado más duele
Y solo eres torrente
torrente cielo en quietud
y mi llanto solo lluvia,
lluvia, de heridas estrellas...
Raquel Martinez.
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